jueves, 19 de enero de 2006

Una cita a las 10.30

Tengo una cita a las 10.30, la persona que la cerró no va a ir. Iré yo en su lugar. Tengo una cita con alguien que no conozco, la persona que habló con ella tiene otra cita. A mi cita iré con una compañera, para que se suelte en esto de las citas. Quizá se nos abran nuevos horizontes, quizá sea una persona altamente interesante, o quizá no. En esto de las citas ya se sabe que nunca se sabe. Hoy estoy más calmada, será que cuando tengo citas no le dedico tanto tiempo a la mente. Soy consciente que la mente a veces te utiliza y nos creemos que somos nosotros, y no. Somos simples instrumentos utilizados por nuestra mente. Me voy de visita, me apetece. Recordando otros momentos parece mentira que se pueda estar bien. Cierto es que depende de la actitud, pero hasta hoy ha influido sobremanera la compañía. Ha sido un buen entrenamiento, duro, pero eficaz. Ayer mi amado dijo algo que me hizo reflexionar. Yo estaba contenta porque ya era miércoles y hoy jueves y el fin de semana para descansar estaba muy cerca. Él me dijo que no quería que el tiempo pasase rápido porque nos hacemos viejos...Qué sabio es a veces. Me voy a mi visita.