lunes, 21 de agosto de 2006
He seguido mandando hojas de vida, para cambiar de vida.
Nunca tengo suficiente con nada, ni cuando consigo lo que pido.
Tengo un vacío desde pequeña y sólo lo siento cuando tengo hambre.
Me pierdo en divagaciones sin sentido, y sólo rellenan tiempos muertos.
Escribo muchas cosas sin saber cuáles de estas cosas merecen ser escritas.
Ahora voy a tener que parar, fuerzas ajenas a mí fuerzan que me vaya.
Quizás debiese romperlo todo y dejar que la vida me diga qué hacer.
Dudo hasta de mis dudas, será que son lo más seguro de mi vida.
He de apagar el cacharro, que otra vez, hay moros en la costa.