lunes, 19 de junio de 2006
Me quedan 7 minutos y un dolor de estómago "delicioso".
Dicen que virus, que bacterias, yo creo que es de falta de amor.
Llega, se instala en tu tripita y no te deja casi ni respirar, llamo a un médico digestivo que cobra 175€ por consulta y asustada, recurro una vez más a la seguridad social.
Pero la falta de amor no la quitan los médicos, siempre se me olvida. Ni las pastillas, ni las juergas, ni el deporte, ni los novios, ni las amigas. La falta de amor te la quitas tú, sólo tú.
Dicen que hay un virus, yo creo que el virus lleva en mí 27 años, día tras día.
Quiero que se acabe el día, eso no es bueno, no es ni regular. Es bastante desastroso que sea lunes a primera hora y ya queramos que se acabe el día. ¿Porqué?
Quizá el virus lo sepa. Todo se resume a falta de amor, a mi parecer. Puede sonar algo ambiguo, pero es lo que es...es lo que siento. Lo que me ronda y duele. Me da gases, me produce naúseas.
Ese gran vacío que ahora lleno de aire. Sí, es falta de amor, no me voy a poner melodramática, ni volver a recordar y añorar tiempos pasados, que nos obligamos a creer que son mejores que este, cosa que hacemos sin fundamento, porque no suele ser verdad.
En fin, que ya estoy harta de hartarme. Pero seguiré.
Y las hay que pierden 3 kilos y se ponen el escote y la minifalda, qué locura.
Ya han pasado los 10 minutos. Quizá después de la visita me vaya a casa.